El diario de mi vecino.

Me levanto cada mañana, tratando de poder seguir memorizando tu cara.

No sabes quien soy, y sé a dónde vas cada día, aunque tu no sepas a dónde voy.

Te conozco desde hace muchísimo, se de lo que hablas, incluso lo que callas.

Sé cuántos pasos das antes de llegar a tu destino... Y sé cuántas pausas das alrededor del camino.

Sé la mayoría de los nombres de toda tu familia...

Y aún recuerdo el primer artista por el cual te fanatizaste y tu sonrisa al escucharlo cantar...

Esa sonrisa por la cuál yo moriría.

Aún recuerdo aquella vez que tropezaste yendo hacia el autoservicio, y tuve tanto miedo de ayudarte a levantar, porque tu no sabes quien soy yo...

Mucho menos creo que tengas interés en averiguarlo o saberlo...

Pero te observo cada día; como juegas con tu pelo y como suspiras hacia el viento...

Sé que adoras tomar fotos, y se que odias las matemáticas y cortarte con vasos rotos...

Soy la acera que pisas al pasar, el árbol que te saluda mientras vas tarareando esa canción que a mi también me gusta.

Soy el aire que acaricia tu cara, y la luz que ilumina tu ventana...

Soy yo quién riega las flores de tu jardín, cuando a tu madre no le da la gana hacerlo...

Me agradaría demasiado que supieras cuánto te anhelo.

Es mía la mirada que sientes al caminar; soy yo quién te sueña cuando se va a acostar...

Quién guarda con anticipación los boletos que tiras cada vez que subes al bus.

Ah... El único chico que te encontrarás cada cierto tiempo sentado en el rincón de la banca, también soy yo.

Igual que hoy, he venido a presenciar los colores de tu aura, la ventana microscopica de tus grandes y brillantes diamantes que tienes por ojos...

Pero hoy ha sucedido algo fuera de lo normal.

Tenía un poco más de lo justo sin venir a sentarme en este rincón inmortal...

He volteado a verte, y me he quedado sorprendido, posiblemente angustiado.

Me has descubierto, te has dado cuenta que con tu anzuelo me has atrapado...

Volteo rápidamente la cara, sé perfectamente que tengo cara de asustado.

Y entonces escucho el canto de la sirena que me tiene tan enamorado...

"Hace mucho no te veía en esta parada... Te extrañaba"