A simple vista, sus ojos no expresaban más que sentimientos ‘normales’, por decirlo así…Pero, ¿Qué no encontrarías sí te adentraras bien en lo azul de aquella mirada?
Tristeza, odio, rencor y hasta amor…
Pues cómo toda criatura razonable, esta rosa-roja, ya se había enamorado…
Ella nunca hablaba con sus labios, y cuando lo hacia, todo lo que giraba a su alrededor, se detenía…Sólo para escucharla…
Sólo para escuchar esa tierna y grave voz de adolescente confundido, del típico adolescente que no encuentra su lugar en la vida;
Era frágil cómo una hoja de papel, pero al mismo tiempo tan fuerte cómo un mástil…Tan sensible cómo la alergia, y tan ingenua cómo el pez más pequeño del mar…o quizás, ella era más ingenua.
Sus grandes ojos azules tenían dueño; Esta persona la había envuelto y enamorado hasta los huesos, sin fuerza cuando lo veía pasar por enfrente de ella le decía Hola, pero el nunca le mostraba ninguna señal, alguna muestra de afecto, nada…su sonrisa coqueta siempre se reducía a nada, pero ella con ese nada se conformaba. Después de haber pasado un tiempo, este individuo de piel clara, se digno a dirigirle la palabra…Conforme pasaban los días se hacían cada vez más y más cercanos…Llegaron al punto de perder la timidez y dejarse llevar, lo que significó en ese momento una muestra de afecto de dos segundos…Quizás 3…Entonces ella supuso que así se sentía el amor, ella comenzó a entregarse a él, sin que ninguno de los dos se diera cuenta, sin embargo el ya tenía a la mitad de su corazón, que no era ella…Simple y sencillamente, el único error que hay en esto –dijo- es que me enamoré…Por primera vez ■