Venías incrustado en una roca lunar, y al bajar de tu cohete, te quisiste quedar.
Te aconsejo que tomes tu pasaporte para pasar hacia la frontera entre mi mente y mi corazón, la aduana de mi sentido común ya te concedió el pase, ahora instálate, estoy tramitando tu residencia, tranquilo, no te desesperes, pronto vendrá también la ciudadanía.
También quiero que, si te vas de viaje, prometas que volverás...
Que no me dejarás sola, y lo más importante, que me cuidarás.
He perdido mucho, y sé que un abandono más no lo podría soportar.
Estoy poniendo toda mi confianza en tus manos...
Conseguiste tu estadía permanente, ahora consérvala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario