Hice mucho, y no hice nada.
Todo lo dejé exactamente como estaba...
Quisiera recordar como se sentía, ¿pero cómo? si ya ni de mí te acordabas.
Encuentro en una caja cosas que me diste...
Y entonces me pregunto si alguna vez de verdad me quisiste.
Me gustaría dejar de responderme, pero es que yo se que tu boca no se atreve.
¿Dónde fuiste?
O mejor la pregunta debería ser... ¿En realidad alguna vez estuviste?
Mira que ya no sé a quien le escribo...
Pero cada noche sueño contigo.
Se siente extraño hablar con la pared... Pero siempre me sabe responder.
Me dice las verdades que tu no me quisiste explicar, y algunas otras muchas cosas más...
Me ruega que te olvide, me grita que no te extrañe.
Le estoy haciendo caso, para que luego no te engañen.
¿Andas de la mano con alguien?
Muy bien, ¿y desde cuando? ¿apoco la quieres tanto?
Te acepta porque solo ve la formalidad de tu cara, no sabe todo lo que por tu mente pasa.
No te conoce ni un cuarto del pie izquierdo, pero pues eso no tiene remedio.
No te conoce, y nunca llegará a hacerlo, porque todo lo que había por conocer de ti se quedo impregnado en mi cabello...
En mis labios tus palabras mas profundas, y en mis ojos, el amor que hoy le juras.
Sé que tu ya no tienes nada para darle, estas ofreciendo cosas que me debes...
¿Crees que volverás por mí?, rayos, ¿que crees que soy?, no inventes.
Crees que estas muy lejos, pero en realidad estas tan cerca... Te tengo atrapado en la palma de mi mano, mordiendo tu existencia.
Nadie te va a querer como yo te quise, porque te llegue a conocer, o al menos eso me dijiste.
¿Quién puede responderme las dudas mejor que tú?
Estos no son reproches, no los evites.
Y no son tantas preguntas, las respuestas no necesitan que las medites.
Sólo necesito cinco segundos de tu atención, cosa que antes me dabas, pero ahora ya no.
¿Que pretendes con tu desaparición?
¿Que te odie? ¿Que deje de quererte?... No seas ridículo, tú mejor que nadie deberías saber que no se puede tapar el sol con un dedo.
Ocultar cosas tan inciertas, INSISTO DÍMELO DE FRENTE, deja de correr... De nada sirve esconderte.
Siempre te encuentro, ¿te lo mereces?, no, pero aún así ni hago el intento.
Tú tampoco nunca lo hiciste, si había algo que amabas era tu forma de voltear las cosas... Todo el tiempo la culpable era yo, pero me lo pintabas color rosa.
Si mientes, no es amor... Si amas, no mientas.
Aclaralo en tu cabeza...
La mejor respuesta es la que no se piensa.
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